Cuando tu cuerpo me empujaba, el corazón me palpitaba y aceleraba a su ritmo. Salí por el sitio que entré y cuando el cordón yo vi caer, tu y yo ya no eramos lo mismo. Mientras bocabajo de daban para que ya me acostumbrara al primer golpe en el trasero, los dos ojitos se me abrían y cegó la luz del día, aquel llanto primero. En tu pecho fui tendido y descubrí que tu latido era el sonido omnipresente, era ese hilo musical que a mi me gustaba escuchar ese mágico lugar, llamado vientre. Tu voz, salió, brotó, de ti.. reconocí, tu corazón, y aquel calor que regalabas para mí. Crecer, andar, hablar, sentir, fui descubriendo el mundo entero de tu mano con mi carita asombradita de vivir. Madre que estás en la tierra, madre que quiero a mi Cai, mira madre, si te quiero, que te quiero, mas que a Cádiz, que te quiero más que a Cádiz, que te quiero mas que a Cádiz.
(Chirigota - Mejó no salgo.)
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