miércoles, 24 de abril de 2013

Amar...


Allí estaba él, una vez más, paseando por aquel parque que tanto significa para él. Ese parque en el que ha vivido tantas y tantas cosas.. Ahora, a sus 87 años le da un repaso a toda su vida...
Recuerda que, en aquel banco se declaró por primera y única vez a la que ha sido el amor de su vida desde los 17 años, 60 años amando a la misma mujer y no se arrepiente de ello... Algunos pasos más adelante ve el puentecito dónde ella le dijo que estaba embarazada de su primer hijo, fruto de su amor. El la elevó entre sus brazos y no dejó de darle besos hasta que casi caen al suelo. Luego, a la derecha, el almendro en el que hicieron tantos y tantos picnics en familia, aún puede recordar todos y cada uno de ellos... "Una pena que ya no estés aquí para recordar conmigo" se dice así mismo. En sus manos lleva un pañuelo y un pequeño cofrecito. Por último, se acerca a la última fuente, justo al lado de la puerta trasera del parque. Allí, esa fuente, fue la única testigo de lo que ella iba a contarle aquel día. Su vida en común, en la Tierra, llegaría pronto a su fin... Él, maldijo una y otra vez esa maldita enfermedad que se la llevaría de su lado, ella le dijo, "no tienes de que preocuparte, aunque mi cuerpo se vaya, mi alma y mi corazón siempre estarán contigo, amándote y cuidándote". Él la abrazó y juntos lloraron al lado de aquella fuente. Ahora.. dos años más tarde, él está ahí, justo al lado de esa fuente, y en ese cofrecito lleva las cenizas de la que siempre será el amor de su vida... "aquí empezó nuestra historia y aquí terminará mi amor... Te quiero, donde quiera que estés, y espero que nuestras almas puedan reencontrarse pronto para seguir amándose el resto de la eternidad... Te amo!"

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